lunes, 17 de enero de 2011

Gossips



Se dice, se cuenta, se rumorea que hay vidas que interesan y otras que no...¿¿?? Abro la boca para contarlo, aunque no me lo creo, cosas más tontas he oído.

Cerrar la bocaza es no arriesgarse a tragar moscas y babosas.

jueves, 30 de diciembre de 2010

A tiempo

Y bien, a puntito de terminar el año, aunque para algunos, entre los que me incluyo,  sea un hecho intrascendente y poco significativo (me sigo guiando más por el curso escolar y los cambios estacionales que por el propio calendario, ya sea cristiano, musulmán o chino) si creo importante recordar que es bueno recordar.

Y así termino (o empiezo) hoy el día (o año), tratando de traer a la memoria recuerdos, con los bolsillos llenos de cosas tontas o extravagantes, torpes o certeras...alegres, silenciosas, tímidas, valientes, tristes, cómodas o incómodas, todas ellas ya pequeñas y antiguas, como pedacitos de papel descolorido, recortes de un viejo diario o pequeños botones guardados en una caja. No se trata de hacer balance, sino de encontrar en  uno mismo al buen compañero de viaje, ese que nos va contando historias mientras vamos andamos el camino, ese que nos hace de guía y apoyo, el que nos explica los errores y justifica los aciertos, el único que puede susurrarnos en sueños las verdades, si las hay, el que nos recuerda lo que fuimos y soporta lo que somos.

No sé qué nos traerá el nuevo año, ni el nuevo invierno, ni el próximo mes...ni quiero saberlo. Sí sé que echaré de menos a algunas personas que ya no están, que lloraré la pena, gritaré la injusticia, reiré las alegrías y saltaré sobre la rabia y la frustración, una vez más. Sé que seguiré aprendiendo, seguiré mirando, escuchando y, muy probablemente, seguiré corriendo tras algo...y, de vez en cuando, en alguna fecha señalada, porque para eso están, recordaré, porque es bueno no olvidar.



lunes, 29 de noviembre de 2010

“La légèreté appartient a cerf-volant”

La levedad es una melodía lenta al despertar… o el riesgo de morir anestesiado en un hospital. Es el roce casual de una mano templada, una caricia con medidas, un susurro… un grito contenido. La levedad corteja a la ira.

La levedad reprimida de las olas ahoga a los marineros algunos martes de abril… y luego, en su compleja naturaleza, se escandaliza de lo que ha hecho, pero nunca lo dice, porque de eso no quiere hablar.

La levedad es el calor que desprende un cuerpo a punto de morir, es la humedad que se impregna en las sábanas frías, es el olor a lodo convertido en estrella fugaz, son palabras escritas sobre el vaho del cristal… Es el olvido, es un adiós disimulado, es un silencio… Es la pena de la rubia que bebe sola en la esquina del bar, se eleva entre el humo de su cigarrillo, se enreda en su pelo y hace llorar… así vive la levedad, la puta que no cobra por recostarse en el diván….

Leves son las notas decadentes de un borracho, descolgadas y oblicuas a su razón, notas que se estrellan contra el suelo con suma fragilidad, ni se rompen, ni se doblan… sólo se elevan, nada más.  

La levedad no se implica, no lucha, ni responde… actúa por implosión, es imprecisa pero oportuna. Dosis apropiadas de levedad han desatado pasiones de intensidad desmedida, imposibles de controlar.
La levedad es espontánea en las arañas, en el gesto dormido de un ladrón, en las manos que se deslizan sobre unas medias, en las miradas furtivas o en los besos torpes robados con pudor. La levedad es frugal y confusa, existe plena, pero sólo en un lugar, en el momento exacto que separa la certeza de la confusión.   

La levedad es una insinuación velada sobre un tejido ligero, es la sombra sinuosa, es agua resbalando sobre la piel… la levedad es lo que deseo al despertar, es lo que me estremece un instante antes y después de hacer el amor… pero, la légèreté appartient a cerf-volant… cuando sea una cometa, volaré ligera sobre las nubes violetas de esta ciudad, me agitaré nerviosa queriendo escapar del hilo tenso que me atrapa, y si se tensa más, más fuerte me agitaré, violenta, gritando, deseando escapar… Levedad tiene nombre de niña triste, mis pasiones tienen nombre de animal, de desiertos, de huracán…